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EXCURSIONES 2015


18 de Abril

LA LLANADA ALAVESA
El sábado día 18 de abril acompañados por Montserrat Fornells hicimos una excursión a la zona oriental de la Llanada alavesa para conocer alguno de sus monumentos megalíticos y una serie de ermitas y templos pintados.
Aunque anunciaban tormentas llegamos con buen tiempo a la zona de la llanada donde, en medio de un campo de verde cereal se levanta el Dolmen de Sorginetxe, enterramiento  megalítico prehistórico que estuvo cubierto por un túmulo de tierra ya desaparecido, al igual que el corredor que conducía a la cámara funeraria.
De allí nos dirigimos al pueblo de Alaiza, cuya sencilla iglesia conserva las pinturas del siglo XIII del ábside, donde aparecen escenas organizadas en franjas  que curiosamente no son religiosas sino de la sociedad medieval: combates entre caballeros, un funeral, escenas domésticas y  de pastoreo, realizadas en un estilo ingenuo y primitivo de gran encanto.
En Añúa la iglesia de la Natividad, de una sola nave , nos sorprendió por la rica decoración escultórica exterior de su ábside poligonal  y los frescos renacentistas (grisallas)  recientemente descubiertos en una de las bóvedas.
Con la tormenta acechando atravesamos el bello paraje natural del embalse de Ullibarri, y bajamos del autobús para hacer a pié el camino hasta  los restos de la Casa-torre de los Guevara,  familia que encabezaba uno de los dos bandos nobiliarios vascos que se enfrentaron en las guerras de banderizos.
Justo volver al autobús se desencadenó una tremenda tempestad que por suerte descargó en el trayecto hasta la iglesia de Aspuru, donde nos esperaba, paraguas en mano, el alcalde que tras las explicaciones de Montse sobre el espléndido retablo Hispano-flamenco de principios del XVI, nos mostró las tremendas humedades que tenía la iglesia y que no se solucionaban pues Diputación y Obispado afirmaban que la responsabilidad del arreglo del templo era del otro. 
De ahí nos dirigimos a Salvatierra/Agurain villa fundada por Alfonso X el Sabio en 1256, con recinto amurallado y tres calles principales, donde tuvimos un poco de tiempo libre para tomar el aperitivo en los bares de la zona antes de ir comer a un restaurante una comida realmente pantagruélica, que incluyó dos segundos platos: uno de pescado y otro de carne.
Bien cebados pues,  pasamos a ver  la joya de la Llanada: la iglesia de San Martín de Tours en Gaceo con sus famosas pinturas góticas de principios del XIV  en las que destacan las escenas de la Pasión de Cristo, un bello Pantocrator trinitario presidiendo el ábside, y los condenados en la olla del infierno .
De regreso a casa y para finalizar la excursión paramos a ver el dolmen de Aizkomendi.

 

Dolmen de Aizkomendi

Interior de la iglesia de Añua

 

 

Calle de Salvatierra Agurain

16 de octubre

BURDEOS Y SAINT EMILION

Salimos de Donosti con Goierri bus a las 16,00 , Montse nos explicó la historia de la región de Aquitania  - en especial de la fabulosa "Leonor de Aquitania" (1122-1204) que fue sucesivamente reina de Francia y de Inglaterra -  y de la ciudad de Burdeos, a donde llegamos a las 19,30. Nos alojamos en el hotel Ibis (muy céntrico),  cenamos y algunos se fueron a pasear por Burdeos "la nuit". El sábado a la 10,00 visita a la catedral de San Andrés para  apreciar su evolución desde el románico (visible en la sobria entrada de los píes del templo) al gótico, estilo  al que pertenece todo el resto del edificio. Vimos los relieves de las portadas del crucero (flanqueadas por torres) y los de la Puerta real, y en el interior pudimos apreciar su espléndida arquitectura. Al salir pasamos junto a la torre campanario de la catedral, construcción exenta erigida por el arzobispo Puy Berland en el siglo XV. De ahí fuimos al palacio episcopal (actual Ayuntamiento) construido en el siglo XVIII dentro de la influencia Versallesca. En dos pabellones de sus jardines se encuentra el Museo de Bellas Artes, con una pinacoteca que se extiende desde el Renacimiento hasta el siglo XX, cuyas salas visitamos y disfrutamos viendo obras de Tiziano, Murillo, Franz Hals , Delacroix o Picasso entre otros. Comimos en un centro comercial cercano y por la tarde hicimos el recorrido de la ciudad, empezando por la puerta de San Eloi (acceso del camino de Santiago). De allí fuimos a la iglesia gótica de San Miguel- que tiene un altísimo campanario exento y, aunque estaba cerrada, conseguimos entrar por una puerta  que daba a la sacristía.  Aunque estaban limpiando nos colamos y visitamos el templo  y los preciosos retablos de piedra que atesora. Después recorrimos la orilla del Garona, antiguo puerto fluvial de exportación de vinos de Burdeos y otras mercancías, con la sucesión de edificios del siglo XVIII entre los que destacan la Plaza de la Bolsa con la fuente moderna concebida como un "espejo de agua", el Gran Teatro y por fin la Explanada de Quinconces con el impresionante monumento y fuentes dedicados a los Girondinos. Este partido clave en la Revolución francesa nació aquí y luego varios de sus miembros fueron ejecutados en la "época del terror" por los Jacobinos. La explanada estaba ocupada por las ferias y el ambiente era de lo más animado. Nos hicimos la foto de grupo y de ahí ya nos dispersamos porque llegó el tiempo y la cena "libres". El domingo amaneció lloviendo y tras desayunar,  a las 8,45 salimos para Saint Emilion, centro de una de las regiones vinícolas más famosas del vino de Burdeos. Al llegar ya llovía menos, vimos los restos de las murallas que rodeaban la ciudad y nos dirigimos a la Oficina de turismo para la visita guiada al conjunto histórico. Tras unas explicaciones previas en el claustro de la Colegiata recorrimos sus empinadas calles empedradas camino de la capilla de la Trinidad, levantada sobre la gruta donde vivió el ermitaño Emilión en el siglo VIII, y decorada con pinturas góticas. Después pasamos a la necrópolis y a la gran iglesia subterránea ( la mayor de Francia)  excavada en la roca entre los siglos IX y XII que tiene una portada gótica (en restauración) . Varios pilares del templo han sido reforzados por el peso de la torre-campanario que se levanta sobre el templo en el nivel superior. Después tuvimos tiempo libre para recorrer la población y degustar su vino en las muchas tiendas del pueblo. Al final casi todos los miembros del grupo acabaron llevándose cajas o botellas de vino. Comimos en el restaurante "Amelia Canta", un estupendo menú de productos típicos como el queso de cabra, el confit de pato o la "tarta Tatin", después de lo cual volvimos al autobús y regresamos a San Sebastián con la secuencia habitual: siesta, película y recordatorio por parte de Montse de las próximas actividades de los Amigos del Museo.

 

Iglesia gótica de San Miguel

Puerta de San Eloy

Plaza de la Bolsa